Más allá de la habitual guerra de cifras, es indudable que la manifestación del sábado en Barcelona es un éxito para los convocantes, ya que ha sido la mayor concentración de los últimos años en la que se ha reivindicado, si bien con otras palabras, el derecho de autodeterminación en Catalunya. Sin embargo, es difícil saber los motivos reales por los que la mayoría de los asistentes respondió a la convocatoria.Aunque el lema de la marcha era inequívoco, Som una nació i tenim el dret de decidir, previamente se había creado cierta confusión sobre los objetivos, desde una respuesta al pacto PSOE-CiU sobre el Estatut hasta una contestación de la política del PP hacia Catalunya.
El propio secretario general de ERC, Joan Puigcercós, hizo el viernes un llamamiento para que la marcha fuera una respuesta a la campaña del PP contra el Estatut y contra el catalán.
No hay, pues, que extrañarse de que los partidos que no la apoyamos interpretemos en este sentido la multitudinaria asistencia, ya que si lo que querían los organizadores era solo demostrar que el pueblo Catalán quiere la independencia por encima de cualquier otra cosa, no lo plantearon bien, ya que no deberían haber intentado sumar gente a la convocatoria diciendo que la manifestación era por varios motivos, y uno de ellos la actitud hostigadora de Rajoy y compañía hacia Catalunya, ya que para eso es capaz de sumarse hasta el gato.
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