Parece que todos estén desconcertados por la victoria de Hamas en Palestina. Las comparaciones valen lo que valen, pero no nos olvidemos de que Hitler asumió el poder democráticamente en gran parte porque los alemanes buscaban un rescate a las vejatorias y humillantes condiciones de paz después de la gran guerra. Y pasó lo que pasó.Es posible que, si no se les trata como a leprosos, la fuerza de la razón y del diálogo pueda dar resultados positivos también con Hamas, mientras que la ley de la fuerza no llevará más que a desgracias.
¿Sabrá entender esto Bush y, sobre todo, los dirigentes políticos que saldrán de las elecciones en Israel?
Desgraciadamente, no se puede ser tontamente optimistas; solamente creer en los milagros. El muro de Berlín cayó, y pareció un milagro. Quizá puedan caer otros muros de odio que separan las sufridas poblaciones de Israel y Palestina
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