Mejor esta imagen que la de las Azores

El portavoz del Partido Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, se creerá ingenioso, pero no tiene ninguna gracia pretender hacer bromas a cuenta de la fotografía de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ataviada durante su reciente viaje oficial a varios países de África con las ropas que las mujeres de uno de estos países le ofrecieron como símbolo de hospitalidad.

Más bien es una muestra de machismo trasnochado, no exento en este caso de trazos racistas, calificar de "disfraz" el vestido que se puso la vicepresidenta, por lo demás en la línea de lo que suelen hacer los grandes mandatarios del mundo cuando adoptan indumentarias del país anfitrión en sus cumbres periódicas, sin que ello merezca bromas por parte de gentes como Zaplana. Y que lo haga el portavoz del PP en el Congreso, aprovechando una pregunta sobre el Estatuto catalán, durante la sesión semanal de control del Gobierno, muestra el grado de degradación a que el PP ha conducido este trámite parlamentario.

Zaplana rizó aún más el rizo de la frivolidad, de la que ha dado sobradas muestras en su carrera política, al calificar de incompatible con su cargo el haber compartido con las nativas africanas su forma de vestir. Es difícil encontrar en el reciente parlamentarismo español, tan abundante por otra parte en episodios de este tipo, una mezcla tan consumada de chabacanería pretendidamente ocurrente y de crítica política de baja estofa, manifestación a su vez de un reaccionarismo ideológico difícil de igualar.

Se comprende el revuelo causado en el hemiciclo y la interrupción momentánea de la sesión de control. Las parlamentarias de la bancada socialista y de IU saltaron de sus asientos y abandonaron el hemiciclo, en solidaridad con la vicepresidenta y en protesta contra Zaplana, mientras éste mascullaba que no había cometido ningún exceso. Aunque se añadieron algunos parlamentarios (entre ellos Montilla) que entraban en el hemiciclo, cabe preguntarse por qué sólo las parlamentarias tenían que protestar. ¿Y por qué sólo del PSOE e IU? A las diputadas del PP Soraya Sáenz de Santamaría y Ana Pastor, serias como estatuas, tampoco les debió hacer mucha gracia el comentario de su portavoz, aunque luego se vieran obligadas a decir lo contrario. Tanta zafiedad, en todo caso, ofreció a la vicepresidenta la oportunidad de responder a Zaplana con una de sus más brillantes y justas réplicas parlamentarias.

Zaplana se refería al reciente viaje a Áfica de la vicepresidenta del Gobierno, en la que esta se vistió como las mujeres de Mozambique. "Cuánto ganaría la Cámara -dijo el portavoz del PP- si usted, que es tan aficionada a disfrazarse, de vez en cuando, un día, aunque solo fuera un día, se vistiera de vicepresidenta de Gobierno y cumpliera con su obligación".


Fernández de la Vega le respondió que prefiere su imagen en ese viaje que la de otros en la "foto de las Azores". La vicepresidenta, en un tono que reflejaba su profundo malestar, añadió que no sabía si las palabras de Zaplana se debían a "su ignorancia, que sería inexcusable; a su maledicencia, que sería intolerable; o a su machismo detestable", para concluir "creo que son las tres cosas".

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(cabe destacar a Aznar disfrazado de el Cid Campeador)

1 comentaris:

  Anònim

16 de març, 2006 10:37

Zaplana demostró una carencia cultural y de memoria evidente. Sus comentarios no ofenden solo a la vicepresidenta, sino a todas las mujeres, además de demostrar una falta de sensibilidad hacia los paises que tan amablemente acogen esa ayuda. Para ver mas fotos:

http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=3350

(Aznar en las cruzadas de los Reyes Catolicos (que en paz descansen)?